
Me pregunta LinkedIn al abrir este espacio (he empezado a escribir esto en LinkedIn pero me he pasado los límites) que de qué quiero hablar. Quiero hablar de este fin de semana de #JPOD21 y, ojo, se viene turrita (¿veis? ya os lo decía).
Ya con calma, habiendo digerido las Jornadas Nacionales de Podcasting, he llegado a varias reflexiones, que quiero compartir.
En primer lugar, reitero mi agradecimiento a David Remartínez Martínez, Rubén Llames y Javier Fernández Díaz por contar conmigo para esta locura pero, sobre todo, mi admiración por haber sacado adelante unas jornadas tan TOP con todo lo que hemos vivido en los últimos tiempos. Ellos especialmente. Perdón por la vulgaridad, pero SOIS LA HOSTIA.

Por otra parte, quisiera destacar el cariño. El cariño de la gente que formamos parte de este variopinto mundo del podcasting. Gente, como se suele decir, cada uno de su padre y de su madre, pero unidos por una pasión común. Independientemente de si somos amateurs, profesionales, oyentes o creadores. La de abrazos que he dado este fin de semana y los que me han quedado por dar.
Especialmente quiero enfatizar esto con la maravillosa comunidad del Chiringuito Podcastero, un punto de encuentro en el que he encontrado grandes amigos y amigas, gente a la que hace no mucho tiempo no conocía y a la que ahora quiero con locura. También sois muy grandes, joder (perdón de nuevo por el lenguaje, pero es que me emociono y me vengo arriba).

También el cariño que sentí cuando junto a mis compañeros tuvimos la oportunidad de grabar un directo de nuestro podcast ¡A la Velocidad Absurda! en el marco de las jornadas. Muchos/as viejos/as y nuevos/as amigos/as que decidieron, dentro de una triple oferta de actividades, sobrepasar el aforo de la sala, y que nos dieron un calor y un apoyo que nos dejó sin palabras (esto es metafórico, ya me entendéis). ¿Cuántos caracteres permite LinkedIn? (ahora ya da igual)

También es reseñable la oportunidad. La oportunidad que te da este evento en concreto de conocer a personas muy interesantes. Personas de las que eres fan o, curiosamente, que son fans tuyas. Personas a las que admiras dentro del sector y personas que te motivan a seguir dándolo todo (tranquilos, de momento no se vienen nuevos podcast... ¿o sí? who knows... ;-p)
Y los maravillosos premios de la Asociación Podcast. Primero, que descubrí en el mismo momento que tenía una nominación más que no tenía controlada (mejor edición y/o montaje), lo que demuestra lo absurdo que soy "a veces". Y luego el hecho de que los organizadores de los premios decidieran que los nominados subiéramos al escenario antes de conocer el ganador. Claro, subí ocho veces para llevarme uno. Podríais pensar que puede ser vergonzoso exponerte ante todo el público que allí estaba cuando no ganas el título. A priori, es lo que parece.

Sin embargo, la emoción y el éxtasis al llevarnos el premio al Mejor Podcast Revelación por 'Qué Tiene Que Ver' junto a mi 'partner in crime' Igor Llaguno, o el recibido por mi compañera en 'Hasta Aquí Puedo Ver' Sara Gómez Sandín a Mejor Podcaster Femenina, así como el carro de diplomas de finalista que me he traído a casa, me han hecho darme cuenta de la importancia y la relevancia que tienen las propias nominaciones a unos premios a los que cualquiera puede presentarse. Me siento muy orgulloso no sólo de mis compañeros/as en mis múltiples aventuras podcastiles, sino también, por qué no decirlo, de mi propia trayectoria en este mundo. Que los cuatro podcast que tengo activos hayan sido nominados en sus categorías y que yo mismo haya sido nominado a mejor podcaster durante dos ediciones consecutivas me hace pensar que al menos algo estamos haciendo bien.
Especialmente importante y definitivo está siendo el propio 'Llagu', que me dice a todo que sí y que se emociona como un niño con todas las cosas que estamos maquinando juntos. Es un placer y un orgullo recorrer este camino contigo, amigo mío. Tú también ERES LA HOSTIA.
Además, el hecho de que en muchos de los casos los premiados sean grandes amigos y muy merecedores de sus premios hace muy difícil decepcionarse por los resultados.
Y quién sabe si tanta presencia en el escenario aunque fuera para bajar una y otra vez sin premio puede servir para llamar la atención de alguien que quizá pueda descubrir uno de nuestros podcast, que con tanta pasión y entrega realizamos sin esperar a cambio nada más que precisamente ese feedback con el o la oyente. A ese oyente al que creemos (o queremos creer) que hacemos feliz durante un rato mientras nosotros mismos somos felices grabando ese mismo rato.

En definitiva, que por una causa u otra, durante estas JPOD que he tenido la oportunidad de vivir desde dentro, me he sentido muy protagonista y para bien. Tengo que decir que esto me ha pillado un poco por sorpresa y que estoy SÚPER AGRADECIDO a todo el que se me ha acercado a decirme algo positivo sobre lo que he(mos) hecho en estas jornadas o en los cuatro años que llevamos en este mundo que tanto me está dando (y no dinero, precisamente).
Con lo que, y con esto termino, CÓMO NARICES no voy yo a seguir en este mundo, haciendo lo que me apetece, lo que me gusta, lo que me apasiona, si encima hay gente que me apoya y me da tanto cariño. Nada, que estoy feliz, eso es todo.
LARGA VIDA AL PODCAST
Vuestro (cada vez menos) humilde Gorka ;-P
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